Escritos sobre música





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Marienbad en el Derrame Rock

~ lunes, junio 25, 2007 ~

Marienbad actúa este viernes dentro del Derrame Rock, a la rockera hora de las 3 de la tarde (me han jodido la rockera costumbre de la siesta).

No sé si habrá alguien para vernos, pero si me lo paso la mitad de bien que el otro día en el ensayo (estuve a punto de matarme de un salto, pero hubiese muerto feliz), merecerá la pena. Además me hace mucha ilusión tocar en un grupo que está en mismo cartel que alguno de mis mitos juveniles, como Barón Rojo, Barricada o Ilegales... Fijaros en la cabecera del sitio web del festival. Si esperáis un poco podéis ver primero el careto de Rosendo y un poco después el mío. Y, qué queréis que os diga, que verme por ahí agarrado a una guitarra y fundido con un maestro como él mola :-)

Que conste que mis gustos son sólo míos y no siguen la línea editorial de Marienbad... Que por otro lado también me gusta mucho y ahora es lo que más escucho, con la misma devoción que escuché al resto de citados cuando todavía era heavy. Lo rockero no quita lo popero, cuando las canciones me hablan.

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Por Guillermo Hoardings | Enlace permanente
9:38 p. m. | Comentarios (2)

Paisajes

~ lunes, junio 18, 2007 ~

Tenía unos acordes que llevan toda la tarde obsesionándome y quería enseñarlos para disfrute de generaciones futuras. Los dejé en un página de sólo música, pero se cayó. (No fue culpa de la calidad de mi composición. Espero.) Así que decidí hacer un vídeo con algunas de las fotos que hay en mi disco duro. Para los curiosos: las dos primeras son de este sábado en el Cabo Peñas (Asturias), la siguiente es el puente más famoso de Berlín, luego volamos una cometa hace una semana en la playa de San Lorenzo de Gijón; un día hace unos meses capturé un arco iris doble desde la habitación en casa de mis padres donde crecí y otro día, hace tres años, vi anochecer en el Campo de los Milagros de Pisa:



Si escucháis los acordes continuamente durante toda una tarde, conseguiréis acabar tan locos como yo.

Mi último descubrimiento: Los blogs, los fotologs y los slideshows son el macramé de principios de milenio.

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Por Guillermo Hoardings | Enlace permanente
1:12 a. m. | Comentarios (8)

Drexler again

~ domingo, junio 17, 2007 ~

No suelo escribir dos días seguidos, pero tengo que poner esto: Drexler tocando sus canciones sólo con una guitarra:











Me lo ha pasado Dani —gracias, gracias— y me han dejado alucinado. Especialmente el primer fragmento: cómo explica tan bien ese "faro sonoro" que sentí sin explicaciones, como conté aquí. Volví a sentir lo mismo que en el concierto: ese asombro que nos abre la boca y nos impide cerrarla, más allá de nuestra voluntad, los sentimientos tirando de los músculos de la cara. Y cómo cuenta eso de la información transmitida mediante la oscuridad... No pude evitar acordarme de los unos y los ceros, del teorema de Shannon, de eso que les intento enseñar el primer día de clase a mis alumnos de primero.

Los de "El álbum de la semana" deberían publicar esa grabación de Drexler a solas con su guitarra. ¡Es acojonante qué distinto suena del disco y qué bien suena así! ¡Qué bueno con toda la electrónica y qué bueno desnudo!

No pude evitar coger la guitarra e intentar sacar esos acordes tan extraños que hace en "12 segundos de oscuridad". Luego me quedé jugando y surgieron unos sonidos que me gustaron. Los grabé con mis pobres medios y salió esto:



Cuidado si lo escucháis: aunque lo traté para quitarle el ruido tremendo que tenía, quedaron unos graves demasiado fuertes. Ponedlo bajito.

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Por Guillermo Hoardings | Enlace permanente
4:17 p. m. | Comentarios (3)

No conozco a Dylan

~ sábado, junio 16, 2007 ~

Le han dado el Premio Príncipe de Asturias de las Letras Artes a Bob Dylan. Es extraño verle en la misma lista que mi amada Carmen Martín Gaite. A estas alturas, todos mis informados lectores (los ocho que os pasáis por aquí) estaréis hartos de leer sobre el particular, pero a mí me ha servido para caer en la cuenta de que tengo una cinta de hace quince años con sus grandes éxitos que me llevó un día a exclamar aquí, he leído varios libros sobre él, sé tocar con la guitarra no menos de una docena de canciones suyas, compré el CD de «Blonde on Blonde» en algún momento del siglo pasado, me lo he encontrado en los sitios más inesperados (por ejemplo, en la banda sonora de «Lost in Translation») y, sin embargo, no conozco a Dylan.

Digo que no lo conozco no porque no haya tenido la oportunidad de verlo en persona (que podía haberlo hecho fácilmente, aunque a distancia, cuando tocó en mi ciudad), sino porque no conozco gran parte de su obra. Me sé muchos títulos de canciones que no he escuchado nunca. Hay incluso casos más extraños: probablemente la canción con letra más larga que sé tocar de memoria es «Desolation Row», pero la aprendí a partir de una tablatura después de escucharla sólo una vez; cuando, en tiempos ya de mulas, me la bajé para volver a escucharla, descubrí que se parecía muy poco a lo que yo tocaba. De la misma manera que no conozco «Desolation Row», no conozco a Dylan.

Tampoco es raro. Mi conocimiento no tiene lagunas: tiene océanos. Y la verdad es que están bien como están: qué sería de la tierra sin mar. Seguro que me pierdo mucho, como me pierdo tantas cosas, pero la geografía de lo hermoso es más vasta de lo que abarca una vida. Y además no siempre se trata de conocer más lugares, de conocer a lo ancho. Siempre he pensado que un solo sitio, una sola persona, pueden llenar una vida. Conocer a lo profundo. Volver a escuchar otra vez una canción escuchada mil veces en vez de escuchar una nueva no es necesariamente una pérdida de tiempo. Aunque así nunca llegue a conocer a Dylan.

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Por Guillermo Hoardings | Enlace permanente
11:46 p. m. | Comentarios (5)

Como la luz de un sueño

~ lunes, junio 04, 2007 ~

Este paso que voy a dar hoy es difícil. De todas las frustraciones de mi vida, una de las mayores es no tener una voz apta para el canto. Por eso aprendí a tocar el bajo y luego la guitarra. Pero desde hace muchos años paso horas y horas cantando en la intimidad de mi salón. Las pocas veces que lo había hecho delante de amigos, el gesto en sus caras me había desanimado de seguir intentándolo.

Por eso le estoy tan agradecido a Dani, porque me ha soportado cantando tantos domingos sin queja e incluso me convenció para debutar en público, cumpliendo uno de esos sueños que ya das definitivamente por perdidos, que relegas al cajón de las ilusiones infantiles, el mismo donde se guardan los juguetes con los que ya no tienes edad para jugar y nadie quiere heredar.

Y después de todo, actuamos, lo grabamos, he hecho un vídeo y me ha animado a mostrarlo al público. Pido disculpas por el sacrilegio de cantar lo que han cantado Enrique Urquijo y Quique González. En mi defensa alego que sólo por escuchar el arrastre que hace Dani en el minuto 3:18 creo que merece todo el resto la pena.

Vosotros mismos:



Por si alguno no conoce la canción y el poema, en la Wikipedia conté la historia sobre «Aunque tú no lo sepas». Lo que no conté allí, porque no es el lugar, son los muchos sentimientos que me provoca.

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Por Guillermo Hoardings | Enlace permanente
3:42 p. m. | Comentarios (11)