Escritos sobre música





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María Bonita

~ sábado, junio 30, 2012 ~

En 1994 Caetano Veloso grabó uno de los discos que más han significado en mi vida: Fina estampa. Estaba todavía recién salido del heavy y aquella música me llegó hasta la obsesión.

Creí que ya había hablado aquí de ese disco y parece que no. Es una deuda que tengo pendiente. Hoy sólo voy a saldarla en parte: he grabado un vídeo tocando María Bonita intentando acercarme a cómo Caetano grabó en ese disco la canción que Agustín Lara escribió para María Félix.

Es un arreglo increíble: creo que es la canción con más acordes que sé tocar. La parte en la que va cambiando entre acordes de re es fascinante, como la combinación de los dos acordes de la introducción o el fa séptima mayor unido a al fa sexta...

No he visto nadie en YouTube que la haya colgado todavía, excepto un japonés en una versión no tan fiel a la original como la mía. Pero a la mía le falta la voz. Me gusta mucho cantarla, pero es mejor para el mundo que no quede constancia: con que sufran mis vecinos es bastante.

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Por Guillermo Hoardings | Enlace permanente
7:28 p. m. | Comentarios (0)

Aunque tú no lo sepas al piano

~ sábado, junio 09, 2012 ~

Llevo un tiempo intentando enseñarme a tocar el piano. Como aprender cualquier instrumento, es a veces frustrante, pero, la mayor parte del tiempo, apasionante.

En esto de la música soy un caos y, en lugar de aprender técnica, me tiro directamente a la piscina, a intentar tocar canciones que me gustan. Es como querer correr sin saber andar y pasa lo que pasa (que te la pegas), pero como no hago daño a nadie, yo a lo mío.

Hace tiempo, en el foro de Quique alguien pidió una partitura de una canción del madrileño para hacer una cajita de música para su novia. Nota a nota, con el ratón, hice esto. Pero me puse como reto ser capaz de tocar con la mano derecha la melodía y los acordes mientras con la izquierda toco la fundamental del bajo. Y más o menos lo hago, con un arreglo muy sencillo. Esta es la muestra:



Después de tocar la canción con los acordes de triada, hago una vuelta con acordes más jazzies y luego me lanzo a improvisar, como suelo hacer, hasta que se me olvida el tiempo y hasta se acaba el loop de batería.

Hacer música, por sencilla que sea, es un placer de dioses.



No tengo la partitura, pero en este enlace se puede descargar el archivo MIDI de lo que toco.

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Por Guillermo Hoardings | Enlace permanente
5:34 p. m. | Comentarios (6)

Canciones fallidas: Contigo

~ jueves, junio 07, 2012 ~

Tengo canciones fallidas... y canciones más fallidas todavía. Conmigo es una de estas últimas. La imaginé hace dos años, en un viaje entre Nueva York y Long Branch mientras escuchaba la maravillosa Lover's Waltz de A.A. Bondy. Allí estaba, en un tren de Amtrak, a miles de kilómetros de mi vida, con gente que no hablaba mi idioma, mientras en la oscuridad las farolas a veces iluminaban la nieve inclemente, sintiéndome melancólico y echándola de menos.

Esa especie de veneno que me produce delirios y me impele a intentar apropiarme de la hermosura que hacen otros me hizo soñar con escribir una canción así, que hablase de amor hasta el final, de desgracias y de un único refugio: la luz azulada que convoca Bondy cuando dice And the Nothern lights will take us in like refugees. Empecé a anotar ideas.

Usé la SG desenchufada para crear la rueda de acordes. Fui adaptando las ideas para que tuviesen la estructura circular de una canción de Dylan, reincidiendo en la última palabra.

Meses después, ya en Gijón. Intenté grabarla. Copié el ritmo de batería de la canción de Bondy e intenté copiar la instrumentación. Parece tan sencillo...: batería, bajo, una armónica, una guitarra acústica y —aquí el único problema— un pedal steel que susurra como el viento que flotaba sobre aquella nieve inclemente tras la ventana del vagón.

Pero, sobre todo, hay algo a lo que nunca podré ni soñar con acercarme: esa voz a veces a punto de romperse. Ese es el mayor fallo de mi canción: intenté varias melodías sobre la rueda de acordes, pero ninguna acaba de cuajar. Y si ya me cuesta trabajo afinar cuando sé la melodía que quiero hacer, no digamos cuando ni siquiera la tengo clara...

Pero hay más fallos: me empeñé en hacer una estructura de tres estrofas más solo repetida tres veces, lo que hace la canción interminable. Intenté sustituir el pedal steel con una guitarra con trémolo y, aunque el efecto a ratos funciona, está muy lejos de evocar el sonido del aire que sentía mientras escuchaba el vals de los amantes. Tampoco el ritmo tiene ese carácter hipnótico de la canción de A.A. Bondy, aunque hay una cosa que sí me gusta: el cambio en cada tercera estrofa, con la batería cambiando del aro a la caja no al principio, cuando es previsible, sino más tarde.

Otro error: el sonido para la guitarra del solo. Me gusta la melodía (haber creado esa línea, sencilla pero cantable, es una de las cosas que me dejaron satisfecho), pero me confundí de pastilla al grabarlo y suena demasiado corto de agudos.

En fin: fallos por todos los lados que, al final, hacen que aquel sueño sea otro más entre mis sueños incumplidos. Me he quedado con una canción que no funciona, que no apetece escuchar entera y, mucho menos, volver a escucharla. Ni siquiera a mí, que tengo el narcisismo suficiente para que muchas noches lo que más me apetezca escuchar sean mis grabaciones.

Y, a pesar de todo, hoy se me ha metido en la cabeza por culpa de esos versos iniciales que parecen escritos para estos días: Cuando se derrumben los bancos, / los gobiernos y las esperanzas [...], y luego, Cuando nos bajen otra vez el sueldo [...], como ha anunciado hoy la Esperanza que no se derrumba...

Por ese narcisismo, o por intentar que tantas horas que he echado no se queden en unos sectores del disco duro de mi ordenador, he decidido hoy publicarla. Aquí está:

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Por Guillermo Hoardings | Enlace permanente
11:37 p. m. | Comentarios (0)