Escritos sobre música


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Discos del 2009

~ viernes, enero 15, 2010 ~

No me gustan las listas de "Lo mejor de...": me parece presuntuoso que alguien determine qué es lo mejor (¿quién ha escuchado todo?, ¿quién sabe de todo?, ¿quién tiene la verdad?) y, además, me parece que los discos no se pueden ordenar como si fuesen caballos al final de una carrera. Aún así, muchas veces acabo mirándolas, en parte por morbo, en parte por ver si descubro algo interesante.

Con este último afán, compartir descubrimientos y tratar de transmitir las reflexiones o sentimientos que me producen la música (irrelevantes, pero este blog nace de una necesidad irracional), voy a comentar los discos que más me han gustado en 2009, aunque puede que no sean de este año.

Dramas y Caballeros. Luis Ramiro

Amenacé con dedicarle una entrada y no lo hice. Para mí ha sido un descubrimiento. Sigo sin verle nada muy original, pero me gusta la perfección clásica de sus formas. Hay tópicos, pero detrás de los tópicos hay algo que (me) llega. Su voz y una mirada a ras de tierra le dan el carácter personal necesario para escapar del plagio y el aburrimiento. Y además tiene el toque para se te queden los estribillos. Todavía recuerdo una noche de insomnio en Madrid, repitiendo una y otra vez en mi cabeza: "Tonterías / para no dormir, / qué agonía / es tener que decidir / entre el agua y la comida".

Dudas y precipicios. Alfredo González

En los años 90 hubo una generación de cantautores con cierto éxito: Pedro Guerra, Ismael Serrano y Javier Álvarez. Eran herederos de Serrat, Sabina y la Nueva Trova (sobre todo los dos primeros). Ahora mismo está habiendo otra generación de cantautores con unas señas de identidad muy distintas que yo diría que vienen de Quique González: los referentes son americanos, el rock. En esta generación están Manolo Tarancón, Pablo Valdés, Fabián, Pablo Moro y Alfredo González. Curiosamente, escuchando el otro día el primer disco de Alfredo, La vida de alquiler, me parecía como un compendio de la generación anterior: un tema casi de política panfletaria, una canción con querencias argentinas, otra sobre la República y algunos cuantos tópicos más.

Pero en Dudas y precipicios cambió los referentes a los americanos del rock. Las minas porteñas dejaron paso a las camareras que se enrollan con los músicos y la República, a las drogas.

Yo deploro esos tópicos (más el de las drogas que el de las camareras). Pero Alfredo ofrece algo más: voz propia, textos bien hilvanados, con un léxico que evita el aburrimiento, cierta visión social mucho más sutil que antes y arreglos no tan convencionales, escapando de la guitarra acústica a través del piano. La parte final del disco, con menos rock, es la que más me gusta. Pero toda la producción me parece muy buena, con detalles arriesgados, como las distintas distorsiones de la voz en "Golfo" y "Piernas de marioneta" que, a pesar de que hubieran podido resultar efectistas, funcionan. Y también tiene el toque para hacer canciones que se te quedan pegadas.

Adiós Tormenta. Fabián

Otro de la Generación Quique González que destaca por sus notas personales, en especial su voz como un suspiro. Tanto Luis Ramiro como Alfredo González tienen mucha variedad en sus composiciones; Fabián, sin embargo, insiste con metódica obstinación en su estilo de acústica usando acordes en do abierto, tirando de cejilla si es necesario. Al final no sé distinguir muy bien sus canciones, pero eso no me impide utilizar el disco como un refugio, un lugar donde la belleza es segura en este mundo que sólo parece asegurar lo feo.

Pequeños placeres domésticos. Pablo Moro

El título lo anuncia: aquí va a haber más historias de "gente que baja la basura los día impares" que de camareras. Eso es lo que más me gusta de este disco, unas letras que hablan de esa épica pequeño-burguesa que me parece más interesante que la épica del rock. La producción es también notable, muy clásica pero muy bien hecha. Como en casos anteriores, no hay nada demasiado original en la música, lo que a veces se puede convertir en un lastre, pero, por otra parte, sé que a mí no me entran cosas novedosas en exceso. Tal vez ese sea uno de mis problemas para apreciar nuevos estilos. En cualquier caso, la clave está en fijarse en las letras, en el esfuerzo por expresar los problemas de los que lo tenemos todo, de los que somos desconocidos, de esta vida de misterio muy bien hecho...

El género bobo. Nacho Vegas

Otro cantautor, pero uno que no bebe de la fuente de Quique González, aunque comparte con el madrileño ciertas influencias de la generación beat. A mí ha tardado años en gustarme. De hecho, muchas cosas suyas me siguen desagradando. Su voz me parece horripilante, aunque me haya acostumbrado, y los tópicos sobre drogas que en otros sólo me aburren, en él me repugnan: hay algo sucio en su cinismo... Por supuesto, los cínicos no son más que animales heridos dignos de compasión.

Poco a poco voy apreciando todos sus discos. Su EP El género bobo no necesitó ni el "poco a poco": me entró a la primera, porque vi en él algo mucho más limpio. Sí, desde el poema inicial de César Vallejo hay también ese humor cínico y puede que hasta una tristeza más seria que nunca, pero también se atisba cierta felicidad.

Por lo demás, todas las canciones me parecen buenas y tienen un sentido de unidad, como si fuese un disco conceptual, pero sin el coñazo que ese concepto presupone.

Tu labio superior. Christina Rosenvinge

Mi lado morboso me hace preguntarme si las características luminosas que le atribuyo al EP de Nacho Vegas tendrán su origen en su relación con Christina Rosenvinge.

Debo confesar que no puedo ser objetivo con la madrileña... En fin, ¡vaya chorrada que acabo de soltar! No puedo ser objetivo con nada. Lo que quiero decir es que con ella tengo un sesgo particular: formó parte de mi educación sentimental presentando aquel programa de televisión con Diego Antonio Manrique, FM2. Luego, me parece que consiguió la mejor aproximación a Dylan en español de todos los que lo hemos intentado con su Que me parta un rayo, aunque la producción se ha quedado algo vieja. Pero después descubrí que no sabía cantar y, cuando finalmente cayó en las manos ruidistas de Sonic Youth en su etapa americana, no tuve el más mínimo interés en escucharla.

Tras toda esta trayectoria, su trabajo de 2009 me ha enganchado por muchos frentes: las melodías, a veces casi infantiles, a veces desagradablemente chirriantes, se funden con unos textos que hablan de relaciones del siglo XXI de manera certera. Tal vez si lo hiciera otra, no me acabaría de gustar, pero cuando pienso en su boca y en sus ojos mientras suena su voz, me parece una obra maestra. Ante bellezas así, uno se pregunta: "¿Cómo es posible que sufran?".

La hora de los gigantes. Coque Malla

Coque no tiene una gran voz, pero es un gran cantante, creo que de los pocos en España que consigue capturar las raíces negras del rock y hacerlo de una forma natural. Cuando tira hacia la caña, me aburre un poco, pero la última parte del disco, incluyendo los más de ocho minutos de la última canción, es enorme: tienen la morosidad de la luz en una tarde de verano, la vida cuando bajas a la calle y cuando estás solo en casa. Tiene magia.

Daiquiri Blues. Quique González

Me he pensado si poner este disco aquí. No es que no me parezca bueno, pero los discos de Quique son algo tan conocido que, incluso a pesar de su valiosa intención de no repetirse, resulta muy difícil que sorprendan. Y el caso es que, aunque he hablado más arriba de varios discos con una producción muy buena, este va más allá de la perfección formal: consigue una atmósfera única, que no hay en ningún otro disco. Tiene también versos geniales y soluciones armónicas inesperadas, pero tal vez falten más letras de esas que se te quedan entera de arriba a abajo, con su melodía. O tal vez, más probablemente, la falta esté en mí: ya no escucho música como hace años, cuando descubrí los primeros discos de Quique. Ya nada se me puede clavar así: soy otro.

Otras historias

Pensar sobre los discos que he escuchado este año ha sido un ejercicio curioso. Me he dado cuenta de que no hay nada extranjero. Lo único que he escuchado en ese apartado ha sido a Dylan, en concreto el Modern Times y el The Times They're a-Changin', y un poco de A.A. Bonty, al que le tengo que dar más tiempo, y Kings of Convenience. No hay nada más: ni siquiera música argentina o brasileña, es como si me hubiese quedado estancado en los cantautores españoles. He intentado otras cosas, como por ejemplo el de Love of Lesbian y el de La Bien Querida. El primero no me pareció del todo mal, pero no me enganchó. El segundo, me horrorizó; y resulta extraño, porque por lo que había leído pensaba que me iba a gustar, y luego la voz se convirtió en una barrera insalvable. Quién sabe, igual dentro de diez años me acaba gustando, como me pasó con Nacho Vegas.

También es curioso constatar cómo, a pesar de que no escucho la radio ni veo la tele y la única revista que ojeo de vez en cuando es el Mondosonoro, mi selección es muy similar a algunas que he visto en otros blogs. Se suponía que con esto de Internet se iban a fragmentar las audiencias, pero está claro que siguen formándose clusters. En los discos que he citado se puede ver que sigo lo que hay alrededor de Quique González, el mundo Vegas-Rosenvinge y luego Luis Ramiro, que está un poco al margen, a medio camino de muchas cosas, un poco solo.

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Por Guillermo Hoardings | Enlace permanente
5:32 a. m.

Comentarios (13)

Blogger Fer ~ 4:35 p. m. #

Me parece que tu forma de analizar los discos es muy instructiva. Combinas los comentarios "técnicos" con los emotivos, y me parece fantástico.

Añado: la épica del rock no es también muy burguesa?Jejej.

Un saludo, Fernán.

 

Anonymous Sergio ~ 9:23 p. m. #

Bueno, yo también voy a ser subjetivo y a lo mejor un poco hiriente para con unos músicos como la copa de un pino que no se lo merecen, pero no son más que impresiones personales sin importancia.

Luis Ramiro me recuerda cantando terriblemente a Perales, al cual no soporto. De Pablo Moro tampoco me gusta nada su forma de cantar. De Alfredo González escuché el primero y como bien dices los temas tan panfletarios me echaron para atrás (le daré una oportunidad al nuevo). Nacho Vegas, como a ti, nunca me ha enganchado y no soy muy de dar quintas ni sextas oportunidades salvo excepciones. De Christina no opino porque no he escuchado el último, aunque me gustan varios de los anteriores y me gustó en directo. Y el Daiquiri me parece tan bueno (con sus muchas imperfecciones, incluso en la producción) que mejor no decir nada.

Yo este 2009 le di nuevas oportunidades a los clásicos (españoles y foráneos) y a Wilco, que ha sido una de las excepciones en dar varias oportunidades. Pero ahora lo agradezco. Quizá me pase como a ti y en 10 años me gusten esos que hoy no lo hacen.

Saludos

 

Blogger Gontzal ~ 10:21 p. m. #

Yo ya dije lo que para mi suponía lo mejor del 2009 y como todos los que hacemos listas supongo que empecé diciendo aquello de no me gustan las listas.

Sea como fuere, cada vez me quedo más con Pajaro Sunrise, al cual no se si le has escuchado pero deberías darte una oportunidad en mi modesta opinión. Soy un pesado con el tema, lo sé.

A mi el de Quique a la primera escucha me olía a madera y eso me gustó mucho. De la rosenvinge y el Vegas no me suele gustar casi nada, yo soy mas simple que u n bocata chped y esta gente se me van a terrenos que no tengo ganas de abordar.

Respecto al resto exceptuando a Coque Malla, a quien tambenn situe como de lo mejorcito del año como recordarás, pues... les daré una oportunidad y quizás asi descubra algo nuevo que llevarme a las orejas.

Un saludo.

 

Anonymous Guillermo Hoardings ~ 4:03 a. m. #

Fer: la épica rockera se supone que es anti-sistema, esto es, anti-burguesa. La realidad puede ser otra, eso sí :-)

Sergio: te has despachado a gusto :-) Me has dejado con la duda, ¿qué es lo que no te gusta de la producción de "Daiquiri blues"? Imagino que algún día le daré la decimoprimera oportunidad a Wilco, pero es que si pienso en ellos la única canción cuya música y letra puedo recordar es "Heavy Metal Hammer", que tiene una letra casi de No me pises que llevo chanclas... :-)

Reparito: Pajaro Sunrise cantan en inglés y últimamente no me apetece escuchar música en inglés... Tal vez algún día, cuando me vuelva a apetecer.

 

Anonymous Sergio ~ 9:32 p. m. #

Hola de nuevo,

sí, la verdad es que a lo mejor he sido demasiado duro cuando no debo. Pero es que llevaba tiempo pensándolo y no encontraba dónde decirlo, ahora que me lo he quitado de encima quizá se me pase la tontería :-)

De Daiquiri me gusta todo. Solo digo de la producción que tiene algunos pequeños fallos (quizá sea solo mi oído duro, o que lo escucho demasiado en el coche y los altavoces son una porquería). Te pongo de ejemplo el más claro, en el final de "Anoche estuvo aquí" las escobillas paran de forma demasiado brusca. A lo mejor solo soy yo, pero cada vez que lo escucho...

Y de Wilco... me parece raro que "Jesus etc." no esté entre tus canciones favoritas jeje. A mí es que el Yankee Hotel Foxtrot me parece una pasada, el sonido, la forma de cantar, las melodías... hay un documental por ahí, "I'm trying to break your heart" creo que se llama. Me pareció maravilloso, quizá fue a partir de verlo cuando empecé a escucharlos más.

Un abrazo

 

Blogger Ismael Piñera Tarque ~ 11:18 p. m. #

Te faltó Marienbad. Castellano y 2009, je je... Ven pronto!

 

Anonymous Guillermo Hoardings ~ 4:42 a. m. #

Sergio: eso lo veo más una cosa de interpretación que de producción, aunque probablemente también es parte del productor que prefirió esa naturalidad a eliminar "fallos". A mí hay uno de ese tipo que me quema cada vez que lo escucho: al final de una canción que ahora no identifico, el bajo no da la tónica, y a mí me lo pide a gritos...

Sobre Wilco, he escuchado "Jesus etc." varias veces y no soy capaz de recordarla. También he visto el documental del que hablas. A mí, de momento, lo que más me gusta de Wilco son los títulos :-)

Isma: me pensé lo de poner el de Marienbad, porque para mí es un discazo... pero queda feo eso de poner cosas tan cercanas :-) No veas las ganas que tengo de volver a subir al local a meter caña...

 

Anonymous Guillermo Hoardings ~ 5:22 a. m. #

¡He encontrado la canción con la nota de bajo que me enerva! Es en "Hasta que todo encaje", pero no es la nota final, sino la última vez que dice "trabajo", exactamente en el minuto 2:45.

¡Uff!, ya estaba mal a gusto con la duda... :-)

 

Blogger Eva Bntz ~ 12:57 p. m. #

Apreciaciones muy acertadas con las que coincido en casi todo, en cuanto a lo que conozco, como Nacho Vegas, no me acaba de enganchar, tampoco me gusta su voz, aunque lo vi dos veces en directo con Lucas 15 y Rosenvinge y bueno.. no está tan mal. Respecto a la Rosenvinge no es la mejor y sin embargo tiene algo, puede q tenga q ver con su tímida belleza (no sólo física) q lo envuelve todo sin saber porqué y con eso es suficiente o incluso notable para mi.
Parece q sabes de lo q hablas cuando dices cosas como "soluciones armónicas inesperadas" yo hasta ahi no llego, pero pareces coherente en tus juicios. Que decirte del Daiquiri, qué no es perfecto? me pasa como con la Rosenvinge, y que más da su imperfección? yo creo q mucho mejor asi, tiene un algo dificil de definir q hace q quiera escucharlo una y otra vez. Porque no me pasa con casi nadie más? eso es lo q intento descubrir pero no hay manera.
Tarancón no está mal y es coherente, pero no me acaba de aportar nada nuevo en sus letras, me pasa con casi todos los cantautores actuales, exceptuando a Joaquín Calderón. muy recomendable.
saludos!!!

 

Blogger Eva Bntz ~ 12:59 p. m. #

En cuanto a lo de Sergio: "Anoche estuvo aquí" las escobillas paran de forma demasiado brusca" madre mia es que vuestro oido es demasiado fino fino fino.

 

Anonymous Guillermo Hoardings ~ 12:41 a. m. #

Eva: lo de "soluciones armónicas inesperadas" sólo quiere decir "acordes raros" :-) Es lo que veo cuando voy sacando las canciones y me encuentro con que resuelve una armonía de una forma no habitual. Un problema que tengo -cada vez más- es que me cuesta escuchar las canciones sin analizar y así es más difícil que lleguen dentro.

 

Blogger Eva Bntz ~ 3:59 p. m. #

te entiendo, si yo supiera de música, tecnicamente hablando, seria supercritica.

 

Blogger illeR ~ 1:17 p. m. #

Me gustan mucho tus discos 2009, salvo con Nacho Vegas y Cristina Rosenvigne que no me gustan :)

 

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