Las máquinas acabaron con Sade
~ sábado, febrero 13, 2010 ~
Es muy triste. Todavía recuerdo cuando hace un mes en un Borders de Nueva York me encontré con una foto de Sade: me impactó con esa belleza que nadie más tiene. Era el anuncio de su nuevo disco, Soldier of Love. Mi corazón se calentó un poco y aquel día de desagradable frío neoyorquino fue más fácil...
Hoy escucho el disco y siento pena. Porque otra vez las máquinas destrozan las canciones, el "I have lost the use of my heart but I am still alive" es como una pintura maestra manchada por un loco. Ya pasó en su anterior entrega de canciones nuevas, el Lover's Rock de 2000, en el que la mejor canción no era tal vez la mejor, pero era la única no enferma de maquinismo: The Sweetest Gift. Lo que podían ser grandes temas, se perdían entre sonidos artificiales de baterías recortadas, la madera del saxo abandonada, las cuerdas de la guitarra maltratadas por los efectos durante la producción...
Y, ahora, otra vez lo mismo. Tenía la ilusión de que aquello fuese un desliz en una discografía atemporal, pero han vuelto a caer. He tenido que ponerme a escribir en la segunda canción. La tercera y la cuarta están mejorando algo la sensación, pero ese principio inhumano ya me ha estropeado el humor.
Es curioso: todavía no le he escrito la carta de amor que le debo pero no he podido evitar escribir esta carta de odio en caliente. Las pasiones...
Hoy escucho el disco y siento pena. Porque otra vez las máquinas destrozan las canciones, el "I have lost the use of my heart but I am still alive" es como una pintura maestra manchada por un loco. Ya pasó en su anterior entrega de canciones nuevas, el Lover's Rock de 2000, en el que la mejor canción no era tal vez la mejor, pero era la única no enferma de maquinismo: The Sweetest Gift. Lo que podían ser grandes temas, se perdían entre sonidos artificiales de baterías recortadas, la madera del saxo abandonada, las cuerdas de la guitarra maltratadas por los efectos durante la producción...
Y, ahora, otra vez lo mismo. Tenía la ilusión de que aquello fuese un desliz en una discografía atemporal, pero han vuelto a caer. He tenido que ponerme a escribir en la segunda canción. La tercera y la cuarta están mejorando algo la sensación, pero ese principio inhumano ya me ha estropeado el humor.
Es curioso: todavía no le he escrito la carta de amor que le debo pero no he podido evitar escribir esta carta de odio en caliente. Las pasiones...
Etiquetas: Sade
Por Guillermo Hoardings | Enlace permanente
12:19 a. m.