Escritos sobre música


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El grito del piel roja

~ miércoles, noviembre 17, 2021 ~

Escribí la tercera canción de "Constructores de barcos" el 14 de septiembre de 2013. En aquel entonces me había metido en eso que se ha dado en llamar "running" y que es el correr de toda la vida. Probé a hacer uno de esos programas que te llevan del sofá a hacer 5 km y lo conseguí. La canción habla de eso, de correr y de ese sentimiento atávico que nos relaciona con los primeros humanos y, también, como metáfora de salir a correr por la vida. Sin embargo, la verdad es que a mí aquello no me gustaba y acabó con mis tobillos, así que lo dejé. Es posible que eso también sea otra metáfora...

Yo solía salir a correr escuchando la lista de las 500 mejores canciones según la Rolling Stone y la idea era que la música sirviese para hacer ejercicio, pero me salió con un ritmo demasiado pesado. Decidí empezar aplicando la idea de ligados que hace Quique González en "Y todo lo demás", pero con acordes basados en séptimas. Además, por aquella época estábamos mirando "Ramble On" the Led Zeppelin y quise hacer algo parecido a un solo de bajo al principio de la canción: a fin de cuentas, el bajo siempre ha sido mi instrumento principal. Lo que grabé en el resto de la canción con ese instrumento fue casi improvisado y la idea era sustituirlo por algún tipo de riff repetitivo, pero el caso es que me acostumbré a escucharlo como estaba grabado y me gustaba que parecía estar tocado con cierto aire sincopado que no suelo conseguir, así que lo dejé así.

Entre los instrumentos metí, creo que por primera vez la guitarra con slide con la idea de imitar esos aullidos de los que habla la letra. También hay un hammond haciendo colchones y gritos. Siguiendo con la influencia de Led Zepellin, decidí hacer al final una parte en la que se repitiese un riff a la manera del "Thank You" o el "Black Dog". Curiosamente, lo que más me gusta es cuando acaba: ese crescendo final rematado con un contundente golpe de timbal de batería tras el que sólo queda silencio y parece que por fin descansas.

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Por Guillermo Hoardings | Enlace permanente
10:15 p. m.

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