Escritos sobre música


Powered by Blogger

Licencia de Creative Commons
Esta obra está bajo una licencia de Creative Commons.

Intérpretes y oyentes

~ martes, marzo 02, 2010 ~

He leído This Is your Brain on Music: The Science of a Human Obsession de Daniel J. Levitin, un tío con una historia curiosa: fue productor musical de gente como Blue Oyster Cult o Chris Isaak, consultor musical de Steely Dan o Stevie Wonder e ingeniero de sonido para Santana y Grateful Dead... y luego se pasó al mundo académico, estudió una carrera y acabó convirtiéndose en un profesor de universidad que se dedica a investigar el cerebro y sus relaciones con la música.

El libro es muy interesante, aunque a veces adolece de prometer contestar preguntas que luego no contesta satisfactoriamente. Por lo menos, está muy lejos de esos libros casi pseudo-científicos de Punset que no me gustan nada. Me gustó mucho la primera parte, que describe los atributos básicos de la música. También me resultó interesante la investigación sobre por qué nos gustan unas canciones: básicamente, nos gusta que encajen en esquemas que tenemos preconcebidos pero que, al mismo tiempo, los rompan de una manera significativa.

Pero quiero destacar en especial este fragmento:


How do people become expert musicians? And why is that of the millions of people who take music lessons as children, relatively few continue to play music as adults? When they find out what I do for a living, many people tell me that they love music listening, but their music lessons "didn't take". I think they're being too hard on themselves. The chasm between musical experts and everyday musicians that has grown so wide in our culture makes people feel discouraged, and for some reason this is uniquely so with music. Even though most of us can't play basketaball like Shaquille O'Neal, or cook like Julia Child, we can still enjoy playing a friendly backyard game of hoops, or cooking a holiday meal for our friends and family. This performance chasm does seem to be cultural, specific to contemporary Western society.

Yo a veces añoro que en esta sociedad no se haga como en otras en las que la gente se reúne habitualmente para hacer música entre todos, en lugar de quedarse delante de la televisión (o el ordenador). Ya ni siquiera se canta en los bares. Me parece que hemos perdido algo de humanidad.

Etiquetas:

Por Guillermo Hoardings | Enlace permanente
7:52 a. m.

Comentarios (1)

Blogger Eva Bntz ~ 1:48 p. m. #

Me voy a hacer con ese libro. interesante.

 

<< Home