Resucité de nuevo (oyendo «Modern Times»)
~ jueves, octubre 18, 2007 ~
No hay mucha diferencia entre un poeta y un profeta. Por eso los mejores son los que han estado en ese sitio donde no hay diferencias entre el pasado, el presente y el futuro: la muerte. Así Bob. Su voz en «Modern Times» es la de un muerto, un Pedro Páramo resabiado, cantando desde su cripta a los vivos que traen flores a otros muertos. Como uno de esos que se suben a un cajón en Central Park, el p[r]o[f]eta lanza sus admoniciones a los que todavía respiramos, para decirnos que estos tiempos modernos están tan condenados al trueno como los antiguos y como los futuros. Y que desde más allá de la vida también se sigue echando de menos a una mujer.
Lo anterior lo escribí al mediodía en el autobús de vuelta de Oviedo, en un estado alterado por la única sustancia alucinógena de la propia música de Bob mezclada con la de Quique.
No sé por qué me parece tan bueno este «Modern Times». Todavía no he escuchado lo suficiente las letras, pero lo siento en la forma en la que Bob muerde las palabras, en los músicos que hacen música tradicional, pero viva, o eterna. No suelo escuchar lo moderno de Dylan: por muy bueno que sea, es difícil olvidar cómo aullaba «Don't follow leaders!». ¿Cómo quien ha hecho algo tan bueno, tan revolucionario, puede seguir haciendo cosas de aquel calibre? Ya no puede sorprender por mucho que quiera. Si este «Modern Times» lo hubiese publicado un debutante, asombraría, pero hecho por alguien que ha publicado «Blonde on Blonde»...
Y si lo he escuchado es por la frase de Quique que cito en el título, que está en el DVD que todavía no he podido ver (me falla el reproductor del ordenador), en una de las dos brutales canciones que no metió en el disco. ¿Cómo ha podido hacer algo tan bueno? Quique, digo.
Etiquetas: Bob Dylan, Quique González
Por Guillermo Hoardings | Enlace permanente
11:17 p. m.