Escritos sobre música


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Amo a una mujer que llueve

~ domingo, septiembre 23, 2007 ~

Se acaba el domingo. Los bugs siguen ahí. Pero hay unos cuantos ficheros de música más grabados en mi disco duro. También unos ficheros de texto, inicios de canciones que no acabaré. Tres acordes, dos estrofas. Y las armonías que no grabé, las frases que se me escaparon mientras andaba en bici. Fértil como si fuera primavera y yo un campo arado.

Sólo abrí esta ventana para compartir mis obsesiones de este domingo en forma de música, pero recordé que esto empezó como un sitio para escribir, para reclamar la importancia de la palabra por encima de las imágenes y -autocensura de por medio- se está volviendo en una nómina de vídeos. Esta semana también ha habido un texto para aquí -sobre Quique González y el precio del pan- que ha acabado a cubierto.

Oscurece. Mi madre el jueves me dijo que dos minutos antes cada día. Y el final del domingo es distinto al final de cualquier otro día de la semana. Ya lo canta Isma: «Esa tristeza inexplicable / de ser domingo por la tarde». No es el día de fiesta, la alteración a la rutina, la falta de obligaciones lo que causa esta sensación de spleen que tantos compartimos; es cerrar una semana y pensar en todo lo que no hemos hecho. Un domingo es un fin de año en pequeño.

Cada día estoy más convencido de que alegría y tristeza no son antónimos. Un postre salado, un primero dulce. La primera de las últimas veces, la última de las primeras veces.

Y ahora sí, mis obsesiones de esta semana:

- «Sueños sencillos», la canción que Quique González grabó para el homenaje a Pablo Herrero. La escuchado decenas de veces. Los sueños de gloria se los dejo a otros.

- «Biologically Blue» de Gregg Trooper. Se puede escuchar en su myspace.

- «Damn, Sam (I Love a Woman that Rains)», de Ryan Adams. De esa hay vídeo:



Buscando la letra de esta canción me encontré con esta entrada del blog de un conciudadano. Y en él encontré algunas joyas. Por ejemplo, Somos capaces de lo peor pero también de lo mejor, con esa gran frase: «Somos humanos y tenemos capacidades, entre ellas, la capacidad de modificar nuestras capacidades»; o La física de las relaciones, donde habla del «Girl from the North Country» del Dylan al que me recuerda Ryan Adams, ese Dylan del «Sad-eyed Lady Of The Lowlands» también; o Amor/Tiempo de adviento; o Coche nuevo de segunda mano; o esas reflexiones sobre la creación artística, «¿Qué hubiese pasado si en el templo de Apolo, en vez de “Conócete a ti mismo” hubiese puesto “Camina”?»; o Searching for belonging, con otra sentencia: «Fréname cuando quiera correr y empújame cuando me veas parado»... He citado medio blog. Y, sí, hermana, ya sé que hace tiempo lo enlazaste tú, pero las cosas tienen que llegar cuando tienen que llegar.

Como estas canciones. Las dos últimas gracias a la mujer que amo, mi luz azulada.

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Por Guillermo Hoardings | Enlace permanente
7:59 p. m.

Comentarios (2)

Anonymous Anónimo ~ 12:12 p. m. #

Pues dale las gracias a la luz azulada de mi parte!
No conocía a este Greg Trooper, que como manda el tópico, es de Nashville, y me ha encantado.

Suena ahora "The road is so long" por toda mi casa!!

Gracias por tus obsesiones!!

 

Anonymous Anónimo ~ 11:50 p. m. #

Será otra cosa más que agradecerle a mi luz azulada :-)

 

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