Quien roba a un ladrón...
~ martes, abril 14, 2009 ~
En la parte final cuenta una historia interesante: hay gente que dice que el primer single es plagio del Black Magic Woman de Fleetwood Mac que Santana hizo famoso... pero Peter Green se ha apresurado a reconocer que esta canción estaba a su vez basada en otra de un bluesman de Chicago, y se parece a otra anterior. Ya en su momento, cuando me dio por saber más de esa obra maestra que es Modern Times, descubrí que la Wikipedia tiene una sección entera dedicada a analizar las copias sin cita, tanto en música como en letras (¡y a Ovidio, nada más y nada menos!). Eso no rebajó ni un ápice mi consideración por el disco.
Después de leer el artículo de Manrique, busco por YouTube a ver si escucho algo del nuevo disco y me encuentro esta interpretación de Billy y, tras escuchar no más de 30 segundos, hasta la primera frase, se me dispara la cabeza y paso dos horas escribiendo una canción, intentando robar un sentimiento que no sé si el propio Dylan tenía: a veces metemos la mano en la cartera de otros y sacamos nuestros propios billetes. Sé perfectamente que de lo que quiero hablar son de mis días y mis noches este fin de semana: del deseo de morir cuando eres más feliz.
Grabo mi canción con la guitarra eléctrica desenchufada y la cámara de vídeo, que es lo único que tengo a mano, y me voy a ensayar, todavía transportado por el impulso creador de alguna musa rechazada por el de Minnesota, y no puedo evitar tocársela al resto de los Kozmics antes de trabajar en lo nuestro. Me acompañan y por un momento me siento el maestro con su banda de músicos geniales...
Cuando vuelvo a casa escucho la grabación... y no está lo que yo imaginaba. No es sólo mi voz sin remedio: en vez de la melodía hipnotizante hay una aburrida. Me la imagino sonando con esa viscosidad del Modern Times y me pregunto cómo hará para grabar así. Encuentro un artículo que lo explica muy bien: todos los músicos tocando a la vez, la voz de Dylan pasada por un Shure SM7B, el despliegue de medios y la parquedad de tiempo... Porque lo más importante al final no es la técnica, sino la inspiración: eso que a Dylan le sobra.
Si sólo pudiese robarle un poco... Llevo dos días intentando forzar la cerradura.
Etiquetas: Bob Dylan, Inspiración
Por Guillermo Hoardings | Enlace permanente
12:51 a. m.