El día que dejé de ser fan de AC/DC
~ miércoles, abril 01, 2009 ~
Era un Monsters of Rock y había unos cuantos grupos antes: Legion, Tesla y Metallica. Estos últimos acababan de publicar el disco negro, probablemente su último gran disco. Dieron un gran concierto. A mí me gustaban mucho, pero me estaba reservando para el plato fuerte. Recuerdo recorrer las gradas del estadio mientras sonaba One...
Bajamos para AC/DC. No pudimos estar cerca del escenario: había una zona vallada para la que necesitabas un pase especial; el objetivo era evitar avalanchas. Pero era igual: allí estaban Angus Young, Malcolm Young, Brian Johnson, Cliff Williams y Chris Slade, aquel batería calvo. No recuerdo con qué canción empezaron ni con cuál acabaron: sólo recuerdo la decepción. Había leído en cientos de revistas que AC/DC en directo eran tremendos... y a mí, que juraba por Bon Scott, me aburrieron. Echaban cinco minutos entre canción y canción, Angus repetía una y otra vez el juego de un "poquito de guitarra, un hey del público", la voz de Brian Johnson estaba ya demasiado cascada y todo el espectáculo era totalmente previsible: ahora los cañones en For Those About to Rock, ahora el streap-tease de Angus...
Acabó el concierto y todavía no era capaz de reconocer que había sufrido una decepción. El bus nos recogió a las 4 de la mañana —habíamos salido a las 5 de la mañana del día anterior de Gijón—. Como en aquella canción de Los Suaves, yo sólo pensaba en dormir, pero pusieron el vídeo de Let There Be Rock, esa película tan difícil de encontrar que habíamos tenido que comprar a un tío que vendía por correo malas copias en VHS, y cuando sonaron los primeros acordes de Highway to Hell los odié.
El artículo de El País sobre el concierto de ayer empieza diciendo: «No se lo pierda si es seguidor de AC/DC». Yo sigo pensando que los discos hasta Back in Black son auténticas obras maestras, sus canciones son parte de mí, me han acompañado muchos días, y muchas noches, de mi vida... pero ya no los sigo.
Etiquetas: AC/DC
Por Guillermo Hoardings | Enlace permanente
8:01 a. m.