Maybe I was born to hold you in this arms

Llego a casa cansado del trabajo y la bicicleta, enciendo el ordenador, tiro de enlace a enlace porque me toca y, de repente mi piso pequeño de paredes estucadas se transforma... Y todo por una canción:



A veces el arte te golpea y te hace triste y feliz al mismo tiempo. No ocurre muy a menudo. Probablemente no depende sólo del objeto sino también del sujeto y sus circunstancias.

Y me salió una sonrisa al ver que el vídeo estaba grabado en Father Demo Square, esa plaza de nombre que parece un homenaje a los videojuegos y que fue uno de los pocos sitios en Nueva York donde, en los tiempos de mi destierro, conseguí conectarme a una Wi-Fi abierta, que en aquellos era algo así como una tabla de salvación.