Escritos sobre música


Powered by Blogger

Licencia de Creative Commons
Esta obra está bajo una licencia de Creative Commons.

Un blues para Etta

~ domingo, enero 22, 2012 ~

Hace tiempo que quería contar esta historia y voy a hacerlo por fin como homenaje a una de sus protagonistas: Etta James, aunque ella no lo sepa. Esta es la historia de Suicida, una canción de Kozmics.

***

Un domingo de mayo de 2010, Maite y Dani se acercaron por mi casa para trabajar en canciones para Kozmics. Dani había venido unos días antes y me había dejado grabadas algunas ideas, para las que yo preparé unas letras: un par de canciones que no volvimos a trabajar más, aunque creo que hay alguna joya por ahí (cada vez que escucho la grabación de Ansiedad se me pone una sonrisa de oreja a oreja), y otra que provisionalmente se llamaba Balada doble y acabó siendo La cárcel de tus brazos.

Pero Dani tenía unos acordes nuevos llenos de promesas. Los grabamos mientras Maite inventaba una melodía. Sonaba así:



Tiene muchos fallos: a la vez que Maite crea la melodía, yo estoy aprendiéndome los acordes y Dani buscando un solo.

Pero sirvió. Se fueron y yo empecé a trabajar una letra, ajustando cada sílaba a la melodía creada por Maite. Me imaginé a Rita Hayworth en Gilda cantando para los hombres que la codiciaban y escribí el Blues de la pelirroja, una canción incendiaria. Pero luego pensé que no iba a ser fácil para Maite cantar una canción con esa letra —no por falta de belleza sino por timidez— y que, además, la música y la melodía pedían algo menos lujurioso y más melancólico. Y me dio por empezar otra que llamé Blues del suicida. Les mandé las dos para que eligieran y, como me imaginaba, escogieron la del suicida.

Empecé a trabajar entonces en una maqueta, con ritmo de shuffle en el bajo y la guitarra haciendo chops a la vez que la caja. Otro domingo, se acercaron a los Estudios de la Habitación de la Plancha para que Maite grabase la voz. El resultado fue este:



No les convenció. Me dijeron que se la imaginaban más como una balada de Etta James.

Cuando se fueron, me puse a escuchar y diseccionar At Last: comienzo de violines, un piano haciendo un ritmo ternario constante, la batería con la caja sonando sólo por un canal y mucho «aire», sin guitarra, el bajo a blancas, las cuerdas de colchón, y la voz de Etta brillando en primer plano. Absolutamente todo lo trasladé a nuestra canción. Utilicé la toma de voz que había hecho Maite, que estaba grabada sin auriculares y tenía de fondo todavía un poco de la batería de la versión original. Y salió esto:



Me parece que tiene algo mágico. El arreglo de cuerdas del principio podría servir para una película clásica, algo como Lo que el viento se llevó que acabase siendo melodía de la cabecera de un programa de cine1... Sí, tengo mucha imaginación.

Dani y Maite me dijeron que estaba muy bien, pero que tampoco era lo que ellos imaginaban. Es algo a lo que ya estoy acostumbrado. Afortunadamente, mis delirios de grandeza son inasequibles al desánimo. Tengo que añadir que la versión que les enseñé a ellos tenía algunas disonancias que he intentado pulir en esta que publico hoy.

Llevamos la canción al local y la miramos un poco un día por encima. Decidimos que iba a estar en nuestro primer EP. Hicimos sufrir a Jandro, nuestro batería en aquella grabación, obligándole a hacerla casi sin conocerla. Miguel Herrero creó unos arreglos de vientos y Gang grabó un solo con un Nord que tengo la sensación de que fue lo que le convenció para comprarse el suyo. La canción al final se llamó sólo Suicida porque Dani decía que no era un blues: no tiene la estructura típica de doce compases ni la armonía. Y tiene razón, aunque yo pensaba al titularla en un concepto más amplio de blues, en la idea de canción triste, como el Workingman's Blues #2 de Dylan. Lo que grabamos suena así:



Es tal vez la canción que más ha llamado la atención del disco, creo que por dos razones: al hacer Maite la melodía desde el principio, al contrario que en otras que desarrollaba a partir de ideas de Dani y mías, es mucho mejor y consigue que su voz brille como merece; la otra razón es que a la gente le sorprende el tema tratado en la letra, las razones para ayudar a los que no quieren ayudarse a sí mismos ni ayuda. Recuerdo que cuando nos entrevistaron en el Ojo Crítico, alguien llegó a nuestra página buscando uno de los versos: «Saca la cabeza del horno y apaga el gas», una imagen más fácil de recordar que nuestro nombre y que se me ocurrió después de una conversación sobre Sylvia Plath.

Etta James tuvo tendencias autodestructivas, pero por suerte no llegó a lo peor hasta una edad avanzada. Sus grabaciones seguirán inspirando sueños que tal vez acaben frustrados... pero peor es no tener sueños. Gracias, Etta.

***

1 Qué curioso es el cerebro: cuando escribí lo anterior, estaba pensando en la introducción del programa de cine que veía en TVE cuando era un niño. Lo busqué en YouTube para enlazarlo y veo que justo en la parte que empieza lo que me recuerda a lo que compuse para Sucida está la imagen de Rita Hayworth en Gilda. Hay cosas que marcan de forma inconsciente para toda la vida...

Etiquetas: ,

Por Guillermo Hoardings | Enlace permanente
4:34 p. m.

Comentarios (1)

Blogger Unknown ~ 10:31 a. m. #

Pretty nice post. I just stumbled upon your weblog and wished to say that I've truly enjoyed surfing around your blog posts. In any case I will be subscribing to your feed and I hope you write again soon! Patek Philippe prices

 

<< Home