Escritos sobre música


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Festival Brillante 2022. Día 2

~ jueves, septiembre 29, 2022 ~

Comenzamos el segundo día del Brillante llegando al final del concierto de Nueve Desconocidos en la plaza. Era una cosa rara, sólo un chico y una chica, sonando con influencias flamencas pero sintetizadores distorsionados.


Luego bajamos al recinto principal a ver a Israel Fernández, acompañado de Diego el Moraito. Flamenco estilo Camarón muy bien hecho. Lo que no me encaja mucho es verlo en un festival bajo un sol de castigo. A pesar de todo, había bastante gente y estaban emocionados.


Paramos para comer mientras escuchamos de lejos a Mediapunta en la plaza de nuevo, y de nuevo con mal sonido.

Tras descansar en casa, bajamos al recinto para ver a Kevin Kaarl. No lo conocíamos, pero era un cantautor mexicano con una voz grave muy personal, y estaba acompañado por su hermano en teclados y trompeta. Había algunos fans totalmente entregados, como si fuese una gran estrella.

No sé qué conexión tienen los organizadores del festival con México, pero algo hay: el día anterior habían tocado Los Blenders, el año pasado trajeron a Ed Maverik y ese mismo día estaría Julieta Benegas.

Decidimos coger primera fila en ese escenario para Nacho Vegas, lo que más nos interesaba del Festival, así que no vimos a Shego. Por cierto, son el único grupo que ha estado en los tres festivales a los que hemos ido este año.

Nacho salió demasiado trajeado para el sol que hacía: hace gracia que los artistas al final sufran como los vendedores encorbatados por una cuestión de imagen...

Hizo un repertorio con canciones de todas las épocas, aunque un poco más centrado en el último disco. Empezó con “Belart” y sonaron también “El don de la ternura”, “Un principiu de crueldá” (con una reivindicación de la lengua asturiana) y ese temón para cantar todos juntos que es “Big Crunch”. También sonaron “Lo que comen las brujas”, “Detener el tiempo”, “La pena o la nada”, “Cómo hacer crac”, “La gran broma final” (y me he pasado toda la semana cantando “Como el mar me presenté ante ti…”). Acabó, como era de esperar, con “El hombre que casi conoció a Michi Panero”, que creo que es su canción más coreada junto con “Ciudad vampira”. A mí me resulta curioso, tanto con esa como con la de “Cómo hacer crac”, el ver gente del todo el mundo (había muchos mejicanos también) cantando canciones que hablan de sitios de Gijón como la Avenida Schultz o el Alimerka: está claro que lo local no está reñido con lo universal. Por cierto, dejó unos minutos a un representante de la CNT para apoyar una manifestación a favor de unas sindicalistas condenadas por unos actos en Gijón, “Las 7 de la Suiza”.

Fue sin el “Coru antifascista al altu la lleva”, pero la banda sonó muy bien. Me gustaron las líneas de bajo ligadas de Hans Laguna y todos en conjunto llevaron muy bien las dinámicas. Todavía recuerdo la primera vez que asistí a un concierto suyo, en “A ver la ballena”, y lo mal que sonaba entonces. Sigo sorprendiéndome de cómo ha acabado a este nivel y con tantos seguidores.



No dejamos la primera fila para ver a Julieta Venegas, así que también nos perdimos a Samuraï, aunque tenía buena pinta: ver a una artista de la talla internacional de Julieta en situación tan ventajosa es una oportunidad única. Me gustó mucho: es de esas personas que se nota que tienen un don para la música. Tocó el acordeón (y quedó deliciosamente integrado en el pop a veces experimental que hace), la guitarra, el ukelele y el piano. La banda sólo tenía tres componentes además de ella: batería, bajo y un guitarrista/teclista. La bajista me gustó muchísimo: dio una auténtica master class, utilizando un gran conjunto de técnicas (dedos, púa, pulgar, palm muting…), pero no como alarde, sino siempre tocando lo que requería la canción, haciendo simple tónica-quinta a negras si era necesario, y con mucho groove y una tremenda bass face cuando tocaba algo más funk. El batería a veces tocaba melodías de sintetizador en un pad que llevaba, pero a veces también disparaba grabaciones. La verdad es que ya es difícil ver a alguien que no lo haga: hasta Nacho Vegas también lo hizo en algún momento.

El repertorio incluyó algunas canciones nuevas y finalizó con sus grandes éxitos. Yo eché de menos mis dos canciones favoritas suyas: “Sería feliz” y “Amores perros”. En cualquier caso, me lo pasé muy bien, integrado entre sus fans, muchos de ellos mexicanos.

Así acabamos el Brillante de este año. Esperemos que se repita, con más éxito aún, el año que viene.

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Por Guillermo Hoardings | Enlace permanente
9:25 p. m.

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