La noche del jueves fue tremenda. Lleno para despedir al Savoy y grupos de todos los tipos. Tuvimos el honor de salir entre dos muy grandes: después de Igor Paskual y antes de Electric Alligators. Tengo que decir que el
Sometimes Salvation que hicieron estos últimos es uno de los mejores momentos musicales de mi vida. Las dos voces de Adolfo, la de su garganta y la de su guitarra, son algo de otro planeta. Mereció la pena quedarme a verlos y luego ir a trabajar habiendo dormido sólo tres horas. Llevo desde esa noche cargado de la energía eléctrica de los Alligators.
Kozmics lo pasamos muy bien tocando. Lo demuestran las fotos que
Miguel Prado nos hizo de recuerdo:
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