El rediseño de Last.fm

Han rediseñado Last.fm... y no me convence. El diseño anterior era limpio y personal, uno de mis diseños favoritos de la web; de hecho, lo utilicé como inspiración para el de WikiTabBook.

De todas formas, Last.fm sigue siendo una de mis páginas de música favorita. Aprovecho para comentaros que he subido a la página de Kozmics en Last.fm un par de canciones para que las podáis escuchar y descargar: "La Lola", una canción para mover el esqueleto, y "Soul espacial", un tema que cuenta la historia del grupo a través de una parodia del género negro. Las dos pertenecen a la maqueta que grabamos en los estudios "La habitación de la plancha" hace un mes, desproducida por mí, y con la que hemos quedado tan descontentos: no refleja el sonido del grupo. Dentro de poco vamos a entrar en un estudio un poco más serio (eso sí, le faltará la tabla de planchar) a ver si conseguimos un sonido mejor.

Y hablando de género negro, recuerdo que mañana sábado a las 9 12 estamos en la carpa de Radio Kras en la Semana Negra.

Aviso: Había un error con la hora en los carteles y en el MySpace. No va a ser a las 9 sino a las 12.

Día de feria

La gente en las colas sólo se pregunta
"¿Ganará el Madrid contra el Barça el domingo?"

Quique González. Día de Feria

Eran las once y media cuando me puse a la cola del puesto de bocadillos. El concierto estaba anunciado a las doce. Acababa de pasar por la carpa y había problemas con el sonido. Mientras pasaban los minutos en la cola, contemplaba el ambiente y me parecía absurdo. Tenía más hambre que ganas de tocar: estaba muy cansado del concierto de por la tarde y de todo el cargar, montar, tocar, desmontar y mover de un lado para otro... Me atendieron cuando faltaban dos minutos para las doce y me fui a la carpa a comer el bocadillo. No se podía empezar el concierto porque Avalanch estaban acabando la grabación de un DVD en el escenario central de la Semena Negra.

Cuando empezamos a probar, la voz sonaba como si saliese de una radio AM. Se acabó arreglando y empezamos a tocar sin hacer una prueba en condiciones. Empezamos con problemas (yo tocando con púa porque tenía el dedo destrozado de tantos ensayos y conciertos en los últimos días), pero poco a poco la cosa se fue calentando. La carpa se llenó. Se adivinaba gente mirando desde fuera; estaban en la oscuridad y no se podía saber cuántos había desde el escenario; más tarde un colega nos dijo que había unas ocho filas. Pero lo que sí veíamos era a toda la gente iluminada por los focos de la carpa e incluso los del fondo estaban bailando y cantando...

Probablemente fue el concierto que mejor nos ha salido hasta el momento, y no fue que tocásemos mejor que otras veces: era el público, que tenía ganas de fiesta.

(Intentaba reflejar en este texto lo brutal que fue el concierto, cómo se dio la vuelta a una situación, pero hoy no estoy inspirado. En cualquier caso, que quede constancia: en el concierto en la carpa de Rockpública de Semana Negra el sábado 12 de julio de 2008, Kozmics disfrutamos como niños.)

Ambrosía Tour

Kozmics tenemos un final de mes apretado: seis conciertos de aquí al 1 de agosto, empezando este fin de semana con tres, dos de ellos el mismo día. Aquí está el correspondiente cartel (hacer clic para ver en grande):



Esta "gira" supone para mí volver a tocar en la Semana Negra. Mi último concierto allí debió de ser sobre el 2003, con el cuarteto de jazz, y el primero, sobre el último 92 del milenio pasado, con un grupo de AOR. Ha llovido mucho.

El primer concierto, en la Carpa de Encuentros, es una actuación breve con otro montón de grupos. Al día siguiente tocamos por la tarde en El Parchís, dentro del programa Arte en la Calle, y por la noche, otra vez en la Semana Negra, en la carpa de Rockpública. El fin de semana siguiente tocamos en la de Radio Kras.

Aparte de eso, como veis hay otro concierto en el Savoy y una sorpresa: un concierto en la Playa de Poniente abriendo para Canteca de Macao, un grupo que no conocía pero que, no sé por qué, me da que le puede gustar mucho a Burdon. He estado viendo su página y me ha llamado la atención una cosa: a pesar de sacar disco con Warner, permiten la descarga directa. Me parece una gran idea. Me ha hecho pensar en los nuevos músicos, en los jóvenes que han crecido toda su vida descargándose lo que han querido: es lógico que les parezca totalmente natural permitir que cualquiera se baje su música. Para nosotros es un lujo actuar junto a ellos.

Y eso es todo... de momento, porque nos siguen saliendo conciertos e historias. Ya os contaré.

Algo monstruoso

Este fin de semana he visto «Some Kind of Monster», el documental sobre Metallica. Me pareció apasionante, aunque acabé con sentimientos encontrados.

Por un lado, es fascinante entrar en el proceso de grabación de un disco de un grupo de esas características. Ver todo: el Pro Tools, los amplis, los micros, las guitarras, el proceso de ensayo, la repetición de las tomas, la composición, el siempre dificilísimo trabajo de poner nombre (y pensar que fue una de las primeras cosas que hicieron Adán y Eva; aunque, claro, después de comer del árbol de la ciencia todo es más fácil), el no menos difícil trabajo de la selección... Los veía ahí, intentando componer en comité, y me recordaba a los tiempos en los que nosotros lo hicimos, en algún grupo en el que estaba hace diez años: sólo salieron letras hueras. Se sabe que el diseño por comité no funciona, y de ahí la vieja máxima de «Un camello es un caballo diseñado por un comité». No funciona porque luchan los egos y, sobre todo, las inseguridades: quién se atreve a exponer su alma en tiempo real ante cinco personas, sin tiempo para buscar una mínima pieza con la que cubrirse, una excusa al menos, un "esta es una canción que hice un día que me aburría" que esconda que esa canción habla de lo que más te importa. Yo creo que sólo funcionan las canciones sin vergüenza y eso nunca saldrá de un comité, que siempre se inclina por lo que menos moleste.

Metallica se han convertido en un blanco fácil, como la SGAE, por aquello de que demandaron a Napster. ¿Pero realmente es el dinero lo que les mueve? Lo pensaba el otro día también con respecto a Bill Gates y su retirada: ¿por qué no abandonó mucho antes? También es un blanco habitual de las masas de internautas supuestamente entendidos, pero ¿es realmente la codicia lo que lo mueve? ¿O es el placer de hacer aquello para lo que crees que has nacido? ¿O es sólo el ego, una sustitución del amor que no encuentras en ti? En «Some Kind of Monster» se veían claramente las luchas de egos. Y de lo más increíble fue la entrevista con David Mustaine, diciendo que todavía estaba dolido por aquello que pasó hace tantos años y que el éxito de Megadeth no le compensaba. Los seres humanos somos ciertamente seres absurdos.

Pero la parte que no me gusta de la película es que me pareció estar viendo un Operación Triunfo del heavy, un reality show obsceno, morboso y, en última instancia, falso: la vida real nunca es la que ocurre delante de la cámara. Hace años que reniego de esa mezcla de ficción y realidad que también se ha puesto de moda en la literatura. Porque me parece engañosa. Siempre busco la verdad. Y la ficción puede ser más real que supuestas realidades.

Después de ver el documental, no quedan ganas de ver en concierto a Metallica. Sin embargo, en un lejano 1991 yo fui a un concierto a ver, sobre todo, a mis ídolos del momento y de muchos años, AC/DC... y Metallica me gustaron más, a pesar de mi fanatismo, que no debía de ser tanto como pensaba. O tal vez por eso: porque cuanto más grandes los sueños, mayores las decepciones.

En cualquier caso, ahora ya no se me pasa por la cabeza escuchar discos nuevos de Metallica. Ya en aquella época consideraba al disco negro una obra menor y mi disco favorito era el primero, «Kill 'Em All», ese en el que aparecían en una foto en la contraportada con cara de mala leche... o de pizza con pepperoni, por los granos. A veces ocurren cosas extrañas, como llegar una noche a Bradford, no poder quitarte de la cabeza el estribillo de «Jump in the Fire»... y descubrir que el hombre que te va a acoger en su casa durante un mes es un antiguo bombero cojo.

Cuando acabó el documental, le cambié las cuerdas al bajo para prepararme para la inminente gira de Kozmics. Tal vez era una forma de homenaje a Cliff Burton...